martes, 31 de marzo de 2015

DIA 18 (21/1/2014): KULUR - BUNGALOWS PENTAH LESSI INDAH

KULUR, UN LUGAR PARA DESCONECTAR

Entrada a los bungalows Putih Lessi Indah
                           


Cabañas frente al mar
  El desayuno de “luxe “, fue una taza de té o café más un trozo de pan. No se podía repetir. ¿Cómo 
sería el desayuno de la habitación standard entonces? Hablamos con el propietario sobre las posibilidades de la isla, ya que nos hurtaron la biblia planet y no teníamos sus consejos, y al final optamos por ir a Kulur. Un acierto. Otra vez un par de motos que nos llevaron en veinte minutos, 30.000 rupias  por barba, del centro de Saparua a los bungalows Pentah Lessi Indah en las afueras del pueblo de Kulur. Allí nos esperaba un risueño indonesio, Aziz. Nos dijeron que era un buen lugar para descansar y realmente lo era. Aislado en medio de un bosque de palmeras, frente a una pequeña playa de arena que tenía un poblado arrecife de peces, estrellas de mar, corales y alguna tortuga gigante.
La playa sobre los bungalows
 Tenía dos tipos de cabañas, las interiores, son  cinco, y las que están delante del mar, son dos. Las primeras cuestan 235.000 rupias por persona y las segundas 300.000 rupias. El precio de ambas incluye todas las comidas (desayuno, almuerzo y cena) ya que por ahí no hay nada más donde poder comer. Como quedaba una cabaña libre delante del mar, le elegimos. Por la mañana la arena de la playa no existía debido a la marea .Después del mediodía el agua se empezaba a retirar y quedaba una zona de arena donde tirarse a tomar el sol o una cerveza. Fue un excelente lugar para desconectar  después de algunos días de ajetreo. Naturaleza pura y sus ruidos.








CONVIVIENDO EN LOS BUNGALOWS



A punto de llover
   La comida era igual para todos, a la misma hora y en el mismo lugar, alrededor de una mesa rectangular del bar-comedor ubicado frente a la playa. Allí conocimos a los otros inquilinos de los bungalows. Primero aparecieron un par de alemanes, rondarían los treinta y pocos. Habían estado un par de veces antes en Indonesia. Uno de ellos, un gordito parecido a Michel Moore, había celebrado los famosos funerales de Sulawesi de los que quedó impactado ya que sus comentarios al respecto eran constantes. Después vinieron un polaco y su novia indonesia. El vivía seis meses del año en Java, los más fríos en Europa, y seis meses en Polonia. Era informático y tenía una web de viajes y vuelos en Indonesia. Por último apareció el personaje más misterioso. Otro germano, musculoso y meticuloso, que tenía un gran trabajo aunque nunca supimos de qué, a juzgar por los 4 meses de vacaciones que se pegaba cada año. En aquellos bungalows pensaba quedarse un mes. A él se unió para el postre una indonesia, calculo que al menos diez años menor que el vikingo. Según nos contó la conoció en el aeropuerto y la invitó a irse de viaje por Indonesia, lo cual ella aceptó. Por lo general nunca estaban juntos y la mujer estaba más pendiente de que no se descargase la batería de su móvil que del duchte. En algunos lugares le dicen mujer de compañía en otros puta.

 BUNGALOWS PENTAH LESSI INDAH




Rodeados de palmeras





No stress
                                 



Para ir hacer las compras


No podían faltar las hamacas


Marea alta
Desde el comedor 1



Desde el comedor 2






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