Uno de los caminos que se dirigen al centro de la isla.
Nos
despertamos a la hora que el cuerpo lo pide y no el despertador. Lujo. Otro
desayuno frente al mar. Luego un baño en esta agua cristal auténtico donde
encuentro varias estrellas de mar azules.
Es el último día completo en la isla antes de comenzar el retorno. Si rodeas el
islote ves unos pocos caminos que se dirigen hacia el centro. O sea que hay vida
más allá de la periferia turística próxima al mar. Nos metemos en uno de estos
caminos. A medida que avanzamos van apareciendo varias casas de distintas
formas y tamaños con solo gente local. Algunas modestas de madera y otras más
modernas de material y más de una planta.
Zona interior de la isla donde viven muchos de los trabajadores y habitantes.
Para mí que alguno tiene una segunda residencia en esta área. De vez en cuando se ve algo parecido a un hotelucho que ofrece camas. También tienen sus calles comerciales donde se venden productos de todo tipo que no se ven en la zona turística . Hay animales sueltos, gallinas, cerdos, caballos, alguna vaca y oveja. También descubrimos donde va a parar toda la basura de la isla. La única montaña que hay en la isla es de plásticos, papeles, hierros, cartones, etc. Creo que la queman a juzgar por los alrededores de ceniza apagada que se ven. La zona central de la isla es donde viven los trabajadores, dueños de pequeños comercios dedicados al turismo y los habitantes de toda la vida. No aparece en ningún folleto turístico pero vale la pena conocerla.
Aqui va a parar la basura de la isla.
Un par de gallos de los locales.
En muchas casas tienen este refugio para comer o dormir al aire libre.
SE PERDIÓ PEQUEÑO IPHONE NEGRO. SE
RECOMPENSARÁ.
Se busca Iphone.
Después de
comer pasta casera italiana con pescado a la brasa (80 rupias por cabeza) en el
restaurant de algún tano que se harto de ver tanto monumento en su país, nos
encontramos con los vascos y el italiano de Sardegna. El isleño estaba
desesperado porque había perdido su Iphone. Nos tomamos un café para distraerlo
un poco del asunto. Después salimos todos en la búsqueda del móvil. Se le había
caído del bolsillo del pantalón mientras caminaba por la isla. Así que sí aún
estaba en algún lugar era en el camino circular que rodea la isla. El tano
había empapeladoGili air con la
foto de su móvil y la recompensa ofrecida. Se alquiló una bici para rodearla
más rápido y empezamos a caminar todos juntos en la difícil búsqueda del
teléfono. A los pocos metros nos volvimos a encontrar con la pareja de náufragos
argentinos. Volvieron a contar su historia de la barca a los vascos y al
italiano. El tano le preguntó con gesto preocupado al argentino si no se había
encontrado un Iphone en el camino. A lo que este respondió con un abrazo mientras
le decía “ que es un Iphone ?, solo algo material, nosotros perdimos todos los
aparatos electrónicos en el agua, eso no tiene importancia hay que disfrutar
del milagro de la vida”. Por la cara que puso creo que no lo convenció.
Extraña araña.
Rematamos la
faena con una cena de sopa+hamburguesa+cerveza bintang. Todo por 75
rupias cada uno. VISTO EN GILI AIR
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