DIA 4 (7/1/2014): LA JUNGLA DEL PARQUE GUNUNG LEUSER - Orangutanes salvajes y dormir en la selva
EL TREKKING
Hay varias opciones de trekking
en la selva, nosotros optamos por la de dos días. Cuesta 50 euros por persona
más 10 euros del rafting para la vuelta. Esto incluye todas las comidas y dormir en una especie de
campamento que tienen montado en medio de la jungla. El trayecto a pie que lleva casi 12 horas desde Bukit Lawang al campamento en medio de la selva para ver orangutanes , se realiza, en sentido inverso, en apenas 15 minutos a través de las corrientes caudalosas del río Bohorok por medio de un rafting auténtico e imperdible de la gente de esta zona.
Información sobre trekking, y màs, de la
asociación de guías de Bukit Lawang (click y ampliar)
El trekking no es fácil pero es posible. Hay que tener en cuenta que no vas por caminos sino sorteando árboles, lianas, arbustos… caminante no hay camino se hace camino al andar. Hay subidas y bajadas pronunciadas, barro, espinas, piedras, ríos. En definitiva hay que saber antes de salir que son casi 8 horas caminando . No es una ruta normal de montaña y terminas bastante cansado.
EL GRUPO DE VIAJE
Ricky uno de los guías
Nos despertamos temprano a la mañana, desayunamos café con
fideos, y fuimos a la asociación de guías locales desde donde partiríamos a las
9 hs. Los guías eran Ricky, un peludo tipo sandocán que tendría quince o
dieciséis años y Jeffrei, de unos 20
años que le dio a la maría durante todo el trayecto. A pesar de ser guías
jóvenes tenían buena información sobre los orangutanes y la flora y fauna de la
selva de Sumatra. De vez en cuando se paraban y daban una breve charla sobre
algo relacionado con lo que estábamos viendo. Muchos de los guías eran
adolescentes con acné por lo que las bromas simples, sobretodo relacionadas con
el sexo, estaban al orden del día, algo que no caía muy bien entre algunos de
los turistas que andaban por la jungla.
El grupo
El resto del grupo lo formaban un sueco ,una pareja gay de checos y nosotros
dos. El sueco, al que bauticé Zlatan
porque era alto y admiraba a su compatriota futbolista Ibrahimovich, era un
estudiante de ingeniería informática que se estaba pegando un viaje de 3 meses
por la zona. Acababa de llegar de Ubud, Balí, donde se tiró un par de semanas
de semanas meditando y casi sin comer. Como consecuencia de ello no paró de
hablar durante todo el recorrido y si no le hubieran dado comida suficiente, creo que le entraba a la mierda de los orangutanes para llenar su estómago vacío. Los checos no hablaban
mucho , uno trabajaba en la banca y su pareja era actor de cine y teatro.
Estaban haciendo Sumatra y Borneo y el año pasado habían estado en Camboya y
Vietnam.
LOS ORANGUTANES
Sandra y cría.
Nadie te asegura que verás orangutanes pero antes de salir te dicen que hay un 90 % de
posibilidades de encontrarte a uno. Ese día tuvimos suerte ya que vimos a diez diferentes.
Los guías los ubican por lo ruidos que hacen
en las ramas mientras se van moviendo. Una vez que los localizan visualmente
algunos les muestran comida, generalmente bananas, o reproducen sus ruidos hasta que los pelirrojos se acercan.
Para la foto.
Vimos al
famoso orangután Mina. Este simio
fue atacado por humanos hace algunos años, así que ahora se toma revancha con
los visitantes. Ha remado y mordido a varios de los turistas que entran en la jungla. A
nosotros se nos interpuso en el camino y empezó a seguirnos en plan, ¿que pasa
contigo homo sapiens-sapiens? . Así que comenzamos a caminar rápido, apretando el puño y el culo por si acaso, mientras los guías le lanzaban bananas y lo ahuyentaban.También vimos a Sandra con su hijo colgando. Esta era más tranquila y
casi diría que se ponía para la foto.
Luego fueron apareciendo unos cuantos más, Black, Jhony y otros cuyos nombres
no recuerdo pero que los guías tienen bien identificados y bautizan a su
antojo. También vimos varios monos
pequeños grises y negros que son más sociables. Sobre las dos paramos a comer : nos dieron un arroz con pollo
muy bueno y de postre varias frutas tropicales.
El guía tranquiliza a mina con fruta
Mina se baja del árbol y amenaza
Junto a otro grupo de trekking.
...
LA NOCHE EN EL CAMPAMENTO
El campamento en la selva
Cerca de las cinco y con las rodillas reventadas de tanto caminar, subir y bajar llegamos al campamento ubicado al borde de un río. Nada más dejar
las cosas nos dimos un baño en una pequeña piscina natural que se formaba luego
de una cascada. Aunque la temperatura no sea demasiada, unos 25 ºC, la humedad dentro de la selva es potente y vas
empapado de sudor todo el rato por lo que el cuerpo agradeció un buen chapuzón
en el agua. Al salir nos percatamos que habíamos compartido el baño con una iguana o cocodrilo de casi dos metros, inofensiva
según los guías. El campamento tenía
dos zonas para dormir muy sencillas. Son unas estructuras hechas con ramas de
árboles que sostienen un toldo de plástico y crean algo parecido a una carpa.
El suelo tiene unas esterillas donde tirarse a dormir con el sobre o lo que te hayas
llevado. También tienen un lugar protegido con otro toldo donde cocinan al
fuego. Tienen leña de sobra en la selva y agua dulce del río al lado. No
necesitan más.
Baño reponedor después de la caminata
Nos cambiamos la
ropa, nos sirvieron un café y/o té caliente , me saqué una sanguijuela que
empezaba a viajar por dentro de mi pierna y cayó un chaparrón de esos que
asustan. En otra parte del viaje nos enteramos que en ese mismo campamento a un
turista lo partió un rayo y lo dejó fulminado en el acto cuando se levantó a mear en la noche. Así lo tuvieron que
sacar de la selva, con su novia de testigo. Cuando el sol se fue nos dieron una
suculenta cena, como no a base de arroz, y empezó la ronda de chistes de los
guías y las conversaciones de todo tipo a la luz de la vela con otro grupo que
había llegado. Una vez todos acostados y
en silencio empezamos a escuchar los ruidos de la selva. Es realmente increíble
para el que está habituado al ruido urbano. Una mezcla de sonidos de animales, insectos,
árboles, ramas, que no te dejan dormir por su intensidad y misterio. Vale mucho la pena.
Iguana-cocodrilo que había en el río
Paisaje selvático
EL RAFTING DE VUELTA
Se me coló una sanguijuela
Si te quedas a dormir en la selva el rafting es obligado porque el guía no piensa pegarse otra caminata como la del primer día y si intentas volver solo probablemente termines viviendo con los orangutanes. Esta gente puede tener falta de recursos económicos pero no imaginativos. Han inventado una especie de balsas con cámaras de rueda de camión unidas entre sí utilizando cuerdas con las cuales se tiran río abajo haciendo "rafting indonesio". Dependiendo del número de pasajeros que tengan que cargar se unen más o menos neumáticos. El “patrón de la embarcación” va delante con una rama larga que utiliza para dirigir el rumbo y evitar las rocas. Salimos temprano en la mañana ya que teníamos que llegar al pueblo a las 8.30 hs para irnos en una furgoneta hacia el lago Toba. El río se encuentra a pocos metros del campamento. Las corrientes de agua nos plantaron en el punto del pueblo desde donde salimos en solo diez minutos y empapados como si hubiéramos atravesado un túnel de lavado.
Rafting made in Indonesia con neumáticos de camión.
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