TIAL Y ALREDEDORES
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Puestos de coco y frutas naturales en Natsepa |
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Playa de Tial |
Después de
desayunar rodeados de las típicas moscas indonesias aficionadas a la mermelada
de piña nos fuimos a pegar un baño a una playa próxima al hotel. Según la loney
planet eran buenas para hacer snorkel. Error, esta guía falla a menudo. Nos dirigimos
primero a la playa de Tial. Empezamos a caminar y luego de dos kilómetros apareció una bemo que nos llevó hasta allí por
2500 rupias por cabeza. Es una zona de pueblos de pescadores. Los pueblos son
lo mejor porque las playas están descuidadas por sus pobladores que tiran todo
tipo de plástico al mar como si fuera un cubo de basura gigante. A pesar de
esto si se busca se encuentran un par de
pequeños arrecifes con fauna acuática colorida.
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Zona de arrecifes |
Luego de recorrer los pueblos
cercanos a Tial volvimos a Natsepa. Al lado del hotel hay unos puestos de
coco fresco. Así que aproveché la ocasión para tomar por primera vez la popular
agua de coco de Molucas y comerme su tierna pulpa. Hablando con el vendedor me
enteré que el coco verde se puede beber y su pulpa es tierna. El amarillo ya
tiene la pulpa más dura y el seco o marrón por fuera es el de la pulpa más dura
y el que se comercializa con más frecuencia en las ciudades. Sacarle la corteza que lo rodea no
es tarea sencilla y se hace a machetazos limpio. Comimos en el único
restaurante de Natsepa que vimos. Soto ayam (sopa de pollo) y plato principal
con bebida: 95.000 rupias dos personas.
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Soto Ayam (sopa de pollo) |
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Delicioso agua de coco |
RUMBO A LAHA
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Vistas desde el hotel de Laha |
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Fútbol en Laha |
Tras la siesta asiática nos vamos hacia los alrededores del aeropuerto de Ambón, al
pueblo de Laha, ya que mañana el vuelo hacia Bali sale temprano. Subimos a dos
bemos, una desde el hotel de Natsepa hasta Passo (3000 rupias por barba) y
después una de Passo a Laha (10.000 rupias cada uno). Laha es un pueblito con
encanto. Pequeñas casas, niños y perros correteando por las calles, gente
simpática. El hotel está bien, tiene baño, aire acondicionado y con vistas a un
lago… pero ¿por qué?, enfrente a una mezquita. Hoy toca despertarse a las cuatro
de la madrugada con los gritos del imán. El precio es de 250.000 rupias la
habitación con desayuno. Salimos a dar un paseo por el pueblo y vemos una
academia de buceo. Entramos y una persona nos saluda con un “hola”. Es un joven
de Gandía (Valencia) que hace un año que está por estas latitudes. Trabaja para
una academia de buceo alemana en la que estamos ahora. Se especializa en
descensos a grandes profundidades para ver unos tipos de peces que solo se ven
esta parte del mundo. El vive en las islas Banda donde los vikingos tienen otra
academia de buceo. Debe viajar una vez al mes a Ambón para renovar la
visa. Me comenta que hay un arrecife ahí cerca, así que me tiró al agua pero
está todo muy turbio y solo se consiguen ver algunos peces de colores. Seguimos
caminando por el pueblo de Laha donde un montón de niños nos siguen bajo el grito de guerra interminable de las
molucas: “hello mister”. Por ahí no hay casi nada. Buscando algo que masticar
terminamos en la casa de una mujer que hizo de una habitación de su casa un
mini-restaurant. Allí coincidimos con unos trabajadores de Air Asia, habituales del
lugar que hablaban maravillas de la comida casera de la “mama”.
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Mangos salvajes |
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Mega palmeras |
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Hello mister ¡¡ |
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