HACIA PANTAI BUNGUS
Después de 19 horas de viaje llegamos con un sol que raja
las piedras a la terminal de bus de Padanag. Nos abordan como siempre curiosos
comerciantes del transporte local. “¿De dónde
vienen?” de Barcelona respondo. Y otra vez…. “aaaa Barcelona?, yo barka,
barka, barka, oooh messi, barka, barka, iniesta oooh barka, barka”. Al final
terminamos aceptando la oferta de transporte en motocicletas por 55.000 rupias cada uno. El destino: Pantai Bungus, un pueblo costero en las
afueras de Padang ya que la ciudad no tiene nada realmente destacable y está
superpoblada con caos de tráfico. Echamos mano de la loney planet para tener alguna idea de donde
dormir y terminamos eligiendo los Bungalows Losmen Carlos.
Estilo indonesio |
LOS BUNGALOWS DE CARLITOS
Categoría media de Bungalows sobre la playa |
Al propietario lo apodé Carlitos
y era uno de los tantos personajes que uno se va encontrando por el camino.
Bajito, puro nervio, con una melena negra algo ondulada estilo sandocán, cascado
por el sol indonesio, descalzo, con musculosa y siempre con una sonrisa entre
los dientes. Te la quería colar como fuera, de forma amable pero pesado por
reiteración. No paró de ofrecernos de todo durante el día y medio que estuvimos
en su zona de Pantai Bungus: excursiones, alquiler de cualquier cosa, ir a
pescar, guías de todo tipo, ir a buscar cocos, comidas, bebidas, fiestas en la playa, etc, con la
coletilla final en todas sus propuestas del “is just information”. Tiene tres
categorías de bungalows y ya de entrada intentó alquilarnos el más simple a un
precio que no se corresponde con Indonesia. Lo que cuestan las cosas uno lo va
aprendiendo con el tiempo por lo que al principio te pueden clavar porque en
general todo es más barato en Indonesia y puede parecer que sea el precio
correcto y no lo es. Al final terminamos en un bungalow desde donde se oían las
olas del mar a veinte metros de la
orilla por 10 euros la noche.
EL ENTORNO
Caminamos un
poco por el pueblo que tiene una selva enfrente llena de monos. El lugar no da para mucho pero está bien para tomarse un relax fuera de la ruidosa Padang. Tomamos unos zumos en un bar donde se presentó un
tipo muy simpático que resultó ser un monitor de niños en colegios internacionales
de Indonesia. La materia que imparte es enseñar in situ a los privilegiados alumnos la fauna y flora del país
recorriendo las diferentes islas. Lindo curro. Por la noche Carlos hizo una
barbacoa de pescado en la arena, al lado del mar, con un grupo de alumnos de
una escuela de Padang que habían ido a pasar el fin de semana a los bungalows de
Carlitos. No se si no nos entendió que queríamos pescado a la brasa o se hizo
el idiota luego de que le haya rechazado las innumerables ofertas que me
sugirió. El tema que nos quedamos sin pescado y terminamos tomando una Soto
ayam en el bar. Al otro día conocimos a unos catalanes que acababan de
aterrizan en Indonesia y fueron a caer nada más ni nada menos que en lo de Carlitos.
Resultado: los clavó con el alquiler de un bungalow y les metió dos o tres de
sus excursiones de un día cada una. Buen bautizo, “is just information”. Estos
iban con tiempo, 4 meses de vacaciones por el país, aunque no parecían muy
contentos a juzgar por sus caras y poca simpatía. Antes de irnos se presentó un
guía local, colega de Carlitos, que
nos enseña todas sus acreditaciones como guía indonesio oficial. Se ve que por
la zona esto es importante porque hay mucho guía farsante.
La playa a solo 20 mts. de los bungalows. |
Pantai Bungus. |
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