martes, 31 de marzo de 2015

DIA 9 (12/1/2014): PADANG - JAKARTA


Pantai Bungus.

 Nos despedimos de Pantai bungus  y de Carlitos”just information”. A pocos metros de los bungalows tomamos una bemo local hasta la bus terminal de Padang (0,7 euros). La  ciudad como casi todas las de este país es caótica. Llegamos al medio de un mercado callejero enorme que se extiende de las calles a un parque. Empezamos a averiguar donde era la parada del damri que te lleva al aeropuerto (1,5 euros)... Debido a que teníamos casi dos horas antes de que saliera el bus, me fui a intentar cambiar euros por rupias un día domingo en Padang y encontrar una batería para la cámara de fotos averiada. Las tiendas de fotografía son muy básicas y resultó imposible. Después de preguntar en tres o cuatro me di por vencido. Sin embargo conseguí el mejor cambio de dinero, euro-rupia, de todo el viaje en un local de venta de oro y joyas. Antes de salir hacia el aeropuerto dimos una vuelta por un parque donde había una exposición de pájaros típicos de la zona. Una vez en el pequeño aeropuerto de Padang, pagamos las tasas tan habituales en los vuelos internos de Indonesia, 2,3 euros por persona, y esperamos un par de largas horas sentados en la sala de espera del vuelo de lion-air.

La mezquita de Pantai Bungus.



EL INGENIERO DE LA PLATAFORMA PETROLIFERA DE BIRMANIA 

   Durante el vuelo se sentó al lado mío un joven ingeniero indonesio, no tendría más de 30 años, con ganas de darle a la lengua. Cuena que viene de ver  a su familia en Padang y se vuelve a su trabajo en Birmania. Se ocupa del mantenimiento dentro de una plataforma petrolífera inglesa  a dos horas de la costa en helicóptero. Cuenta que trabaja un mes sí, 12 horas diarias, y otro de descanso. Así durante todo el año. Le gusta pero a veces está algo cansado. Me comenta que la plataforma es como una pequeña ciudad en el mar, hay supermercado, gimnasio, pista de bádminton (los indonesios son los amos de este deporte), de básquet, etc. Duerme en una habitación compartida que oscila de vez en cuando con el movimiento de las olas, sobre todo cuando son grandes, “de entre 20 y 30 metros hay a veces, y suena una alarma para que nos despertemos” comenta. Luego saca su megateléfonomóvil y nos empieza a enseñar fotos de la zona donde vive  su familia y en la que él se crió. En medio de la montaña, en  un paisaje de postal, se ven unos extensos arrozales. Luego imágenes de campesinos trabajando, descansando y sonriendo a cámara.


AEROPUERTO DE YAKARTA


   Como toda capital de país, Yakarta tiene el aeropuerto más grande. Son varias terminales y la única forma de desplazarse entre ellas es patearlas por fuera, al aire libre, con un calor pegajoso típico de esas latitudes. Dependiendo de  qué terminal a qué otra haya que desplazarse puedes pasarte media hora o más. A pesar de no ser muy tarde, cerca de las 22 hs, todas las tiendas del aeropuerto están cerradas y a duras penas encontramos un bar-restaurante dentro de una terminal. Para variar el menú es: sopa+arroz+nuddels.

No hay comentarios:

Publicar un comentario